Tras un gol salvador en la prórroga de su delantero estrella Gareth Bale, Los Ángeles FC se impuso este sábado en la final de la Liga Norteamericana (MLS) al Philadelphia Union por 3-0 en la tanda de penaltis (3-3 en el tiempo reglamentario) y consiguió el primer título de su historia.
El LAFC, que acogió la final como mejor equipo de la fase regular, se adelantó en dos ocasiones con goles del estadounidense Kellyn Acosta y del colombiano Jess Murillo en los minutos 28 y 83.
La Unión empató por medio del húngaro Dniel Gazdag y el inglés Jack Elliott en los minutos 59 y 85.
En un final catastrófico de la prórroga, el portero canadiense del LAFC Maxime Crpeau sufrió una grave lesión y fue expulsado por cometer una falta fuera del área sobre Cory Burke.
Tras la entrada del portero suplente John McCarthy, Elliott hizo el 2-3 para el Union en el minuto 120+4, provocando el pánico en las gradas de Los Ángeles, pero sólo cuatro minutos después apareció Gareth Bale para enviar un cabezazo al fondo de la red y llevar la final a los penaltis.
El LAFC comenzó la contienda fallando un penalti del español Cristian Tello, pero el guardameta John McCarthy se convirtió en el héroe local al detener dos penaltis al venezolano Jos Martnez y al alemán Kai Wagner.
El español Ilie Snchez transformó el penalti decisivo para el LAFC y desató las celebraciones entre los más de 22.000 espectadores.
Bale, que no jugaba desde el 2 de octubre, falló un penalti, pero volvió a ser decisivo en una final, a menos de tres semanas de liderar a Gales en su histórico regreso a un Mundial.
