Con Neymar, el PSG pierde ante el Mónaco en el último partido antes de la vuelta de la Champions

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Los seguidores del París Saint-Germain tienen muchos motivos para preocuparse por el futuro de su equipo. Este sábado, en el último partido antes del regreso de la Liga de Campeones europea, el club parisino viajó al Principado de Mónaco y fue derrotado por el Mónaco por 3-1 en el estadio Louis II de Montecarlo, en la 23ª jornada de la Ligue 1. El problema es que el equipo tuvo una pésima actuación y podría haber perdido por goleada de no ser por las grandes paradas del italiano Donnarumma.

Es cierto que el PSG jugó el sábado sin dos de sus estrellas -casos del centrocampista ofensivo argentino Lionel Messi y del delantero francés Kyllian Mbappé, perdonados por el entrenador Christophe Galtier-, pero el equipo fue dominado por el Mónaco de principio a fin. El brasileño Neymar intentó hacer lo que pudo sobre el terreno de juego, pero sus compañeros no estuvieron a la altura. Hay que superar el abatimiento del equipo para el choque del martes contra el Bayern de Múnich en el estadio Parque de los Príncipes de París, correspondiente a la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.

Al menos en la Ligue 1 la situación no es tan mala. El París Saint-Germain aventaja ahora en siete puntos a su inmediato perseguidor, el Mónaco, que se ha colocado provisionalmente segundo con 54 puntos. Con 46 puntos, Marsella y Lens aún tienen que jugar este fin de semana.

El peor jugador del París Saint-Germain sobre el terreno de juego fue el defensa Bitshiabu, responsable en gran medida de los dos primeros goles del Mónaco. En el minuto 4, le arrebató un triplete a Fofana y vio cómo el equipo local abría el marcador con el ruso Golovin. Luego, en el minuto 17, un extraño error en su despeje permitió al delantero centro Ben Yedder poner el pie derecho sobre el balón y lanzar un disparo cruzado a la escuadra derecha de Donnarumma.

Con 2-0 en contra, el PSG intentó reorganizarse sobre el terreno de juego. Consiguieron tener más posesión y empezaron a tener algunas ocasiones. En el minuto 38, dieron esperanzas a sus seguidores al reducir la desventaja con el gol de Zaïre-Emery. Soler dio un buen pase a Bernat en la parte izquierda del área y el extremo español centró raso para que el número 33 rematara a la red.

El problema fue que la apatía del equipo parisino volvió a hacer acto de presencia incluso antes del descanso. La segunda parte del PSG se paralizó cuando el Mónaco se hizo con el control del partido y marcó su tercer gol. En el minuto 46, con la defensa visitante desorganizada, Ben Seguir sirvió a Ben Yedder, que controló en el área y batió de disparo a Donnarumma.

En la segunda parte, el París Saint-Germain no pudo desplegar un fútbol más convincente. Nübel, guardameta del Mónaco, fue un mero espectador de las grandes paradas de su compañero de posición. Donnarumma tuvo que realizar al menos cuatro paradas difíciles para evitar que su equipo se marchara a casa con una derrota en el equipaje antes de encarrilar la conquista de la Liga de Campeones por primera vez en la historia.