Con su doblete ante el Getafe, el ariete uruguayo suma 24 goles en 45 partidos como rojiblanco. Simeone justifica la aclimatación de Griezmann: «Este es otro Atlético diferente»
Hace un año, Luis Suárez (34 años) estaba a punto de fichar por el Atlético. Faltaban detalles. Muchos. Porque para captar a uno de los mejores cañoneros del planeta hace falta tener atados un buen puñado de detalles. Se desahogó en el Camp Nou, donde dejó asomar lágrimas sinceras, y el 24 de septiembre se hizo oficial su llegada a Madrid. La vida cambió para todos. Incluida la de Simeone, que llevaba tiempo añorando un 9 como el que lleva manejando desde hace un año. Con el doblete de anoche en Getafe suma 24 goles en 45 partidos. Algo más de un tanto cada dos encuentros. Siempre está, aunque a veces pueda llegar a dar la sensación de todo lo contrario.
Con la zurda y con la cabeza solucionó el uruguayo de un plumazo los problemas que asomaban en el horizonte del Atlético. Y estos no eran otros que los del gol. «Me alegro por haber podido revertir la situación en un momento en el cual al equipo se le está criticando mucho. Tenemos que mejorar, solucionar algunas cosas que no las estamos haciendo bien», detallaba entusiasmado el ariete, después de haber podido besar en dos ocasiones esos tres dedos con los que recuerda a tres hijos. Los pilares de Suárez.
Marcar al Getafe es casi una rutina para el charrúa, que sólo había sumado un tanto en sus cinco partidos anteriores. Fue ante el Villarreal, en aquel afortunado empate sobre la bocina en el Metropolitano. Con los dos de ayer, Suárez suma ocho tantos en 10 partidos contra los azulones. «Creo que hay que estar acostumbrado a vivir con la crítica. Lo que hago es nunca bajar los brazos, no me voy a hundir por una crítica», sostenía con calma del goleador atlético, que tardó más que el resto de sus compañeros en incorporarse a la pretemporada, tras disputar la Copa América con Uruguay. Tras haberse vaciado en esa ruta hacia la Liga.