Los mejores jóvenes de la cantera mejoran sus contratos y sus cláusulas, que serán de 100 millones cuando formen parte de la plantilla del primer equipo. La ampliación de Blanco, que termina contrato el próximo verano, a punto.
En un sector futbolístico que sufre la crisis económica provocada por el Covid-19, los principales equipos del mundo han torcido la mirada a los grandes fichajes y se han centrado en la base, en su cantera, para intentar limitar sobre el césped los problemas financieros de los despachos. Eso hace el Real Madrid. La Fábrica de Valdebebas siempre ha sido una escuela de talento al nivel de las mejores de Europa, pero en el último lustro el conjunto blanco ha aprovechado esa calidad para tapar los agujeros de la pandemia y para rejuvenecer y ampliar la rotación de su plantilla.
Las ventas de Marcos Llorente, Raúl de Tomás, Achraf, Reguilón, Óscar Rodríguez u Odegaard entran en la primera idea, mientras que Miguel Gutiérrez, Marvin Park, Antonio Blanco y Sergio Arribas lo hacen en la segunda. Lateral izquierdo, lateral derecho, mediocentro y mediapunta son cuatro de las grandes esperanzas de la ciudad deportiva y ya han tenido minutos con Zidane y en los primeros meses de Ancelotti en el cargo. Y a todos, según ha podido confirmar este periódico, les ha puesto un candado el Madrid.
Miguel Gutiérrez, de 20 años y titular en Sevilla contra el Betis, renovó su contrato con el conjunto madridista antes del inicio de la temporada. Sus buenas apariciones en la primera parte de 2021 pusieron el foco mediático sobre él, y el Madrid no ha dudado en realizarle una mejora contractual y en subirle la cláusula hasta los 50 millones. En cuanto sea oficialmente jugador del primer equipo, esa cantidad se doblará. De momento, le tocará esperar una oportunidad tras Alaba, Mendy y Marcelo, que acaba contrato el próximo verano. «Hay que tener paciencia. Ancelotti confía mucho en él», confiesan en el círculo del lateral, que se negó a salir cedido este verano pese a la insistencia de las ofertas.