«El chico puede jugar sin duda, y creo que lo haría bien en la NBA. Pero creo que es difícil que haya equipos dispuestos a regalar sus mejores picks (además de una gran suma de dinero, claro) por él«. Estas fueron las palabras de uno de los directores generales de la liga en referencia a Vasilije Mičic. El pasado mes de julio, el serbio, nacido en 1994, había sido tanteado en varias ocasiones por los Chicago Bulls y los Denver Nuggets de su compatriota Nikola Jokic, pero su posible aterrizaje en la NBA terminó en un no..
Múltiples las razones del humo negro. Lo primero y más importante parecen ser las exigencias del propio Mičic: un salario de entre 6 y 7 millones de dólares anuales, formar parte del quinteto titular y, por último, jugar con un contendiente (es decir, con un equipo considerado capaz de ganar un anillo). A las altas exigencias del jugador se suman los costes de compensación que cualquiera que desee adquirir a Mičic tendría que desembolsar a los Oklahoma City Thunder, propietarios de su ficha en el extranjero. Por último, se puede encontrar una motivación adicional en la ya masiva presencia de escoltas en la NBA.
Este entramado de razones llevó una vez más a que Mičic no aterrizara en tierras norteamericanas, como señaló el propio jugador el 20 de julio: «El plazo era hoy y no he cambiado de equipo. Me quedé en el Efes. Pero ya en los últimos días estaba en paz conmigo mismo, independientemente de cómo se desarrollara la situación. En Estambul me siento bien, y no quiero decir nada que pueda dañar mi relación con el equipo y el club»..
Fuente: HoopsHype
