I Los Angeles Lakers de 2001 y el Golden State Warriors de 2017dos de los equipos más fuertes de la historia de NBA. Pero que ganaría ¿una hipotética comparación entre estos dos super equipos?
Es difícil dar una respuesta: Kobe Bryant e Shaquille O’Neal por un lado; Stephen Curry, Kevin Durant e Klay Thompson por el otro. Por no hablar de una serie de actores del juego del más alto nivel para ambos equipos.
Sin embargo, los respectivos protagonistas no parecen tener muchas dudas. Lanzar el guante fue Curryafirmando que los Lakers de 2001 tendrían tantos dificultades para frenar las proezas balísticas de sus Warriors, capaces de repartir la cancha como muy pocos (quizás ningún) equipo en la historia del juego. Steph también añadió que él y Thompson serían imparables para cualquier viola amarilla y que el tiro de tres siempre es preferible al de dos.
Shaq respondió de la misma manera, afirmando esencialmente que sus habilidades de intimidación sería capaz de neutralizar el tiro de Golden State desde el arco.
Tuvimos una racha de 15-1 en los playoffs, somos los mejores de la historia, ¿quién podría marcarnos a mí y a Kobe? Defensivamente contra ellos no hay dobles ni espacio para tirar, no les dejamos entrar en ritmo. Utilizaríamos a Fisher para empujarlos dentro del área y una vez allí los destruiría. Presionándoles detrás del arco se verían obligados a moverse y cada vez que entraran, estaría allí para golpearles en el suelo, pateando a Steph, Klay y KD en el (pitido). No hay necesidad de hacer un equipo doble, sólo envíalos hacia mí. ¿Y sabes quién ganaría muchos puntos? Andrew Bogut, pero definitivamente no anotarían de tres.
Curry, sin embargo, admitió que Golden State tendría algunas dificultades para marcar a O’Neal, que lanzó a lo grande: «Anotaría 60 sin contar los tiros libres».
Una bonita diatriba sobre la que, por supuesto (y por desgracia), nunca se podrá tener la opinión objetiva del tribunal.