Lo mejor de Klay Thompson en el desfile de los Golden State Warriors

Baloncesto

Todo Golden State Warriors han esperado cuatro años para este momento, pero Klay Thompson esperó un poco más. O, al menos, un poco más intensamente. Al volver de dos terribles lesiones, una en el ligamento cruzado anterior y otra en el tendón de Aquiles, a pesar de los dos años de ausencia, Thompson fue fundamental para que los Warriors ganaran el título.

En el desfile Klay ha estado entre las estrellas absolutas, a menudo sin quererlo. Todo comenzó cuando el jugador se dirigía desde su casa al punto de encuentro para la salida del autocar abierto. En barco, por supuesto: y mientras estaba en directo en Instagram su gorra de campeón de la NBA salió volandoperdido en la bahía de San Francisco. No hubo daño, en el desfile lo sustituyó por su gorra de capitán.

Algo reemplazable, pero con un poco más de dificultad, habría sido el anillo de campeón de la NBA. Que Thompson casi perdió durante el desfile mientras abrazaba a los fans. Afortunadamente, Klay lo recuperó y se lo volvió a poner en el dedo.

Pero Thompson, aunque siempre serio por fuera, tiene un notable sentido del humor. En un momento dado, en medio de la calle, Dejó el vaso lleno de alcohol que estaba bebiendo y el trofeo Larry O’Brien en el suelo sólo para participar en un baile al estilo de Michael Jackson.

Y con el alcohol puede que Klay se haya pasado un poco, como todos los compañeros, comprensiblemente. Sus sentidos debían estar un poco nublados cuando tropezó con la calle y, tratando de mantenerse erguido durante varios metros, terminó con el peso muerto de una fanática que pasaba por allí. Afortunadamente nada serio, sólo una pequeña escena muy divertida.

Klay Thompson también protagonizó el momento en el que jugadores y miembros de la dirección dirigieron unas palabras al público. Mientras hablaba de Steph Curry y de sus lágrimas de alegría al final del sexto partido, el otro Splash Brother tomó el micrófono y se burló de él y de su amigo: «Vamos, ¿quién llora en una cancha de baloncesto?». Recordando tal vez el abatimiento que él mismo sintió, sentado en el banquillo, hace unos meses, cuando su regreso al tribunal estaba tan cerca y todo estaba por escribir.