El alero, que rinde homenaje permanente a quien fue su ídolo, lleva a los Celtics a las Finales de la NBA 12 años después. Lucharán por el anillo, a partir del viernes, contra los Warriors.
Cuando era pequeño Jayson Tatum (San Luis, 1998) le dijo a su madre que quería ser Kobe Bryant. «¿Te refieres a que quieres ser jugador de baloncesto?». «No, quiero ser Kobe Bryant». La leyenda de los Lakers fue para Tatum lo que Michael Jordan para la generación anterior y lo que LeBron James para la siguiente. Un héroe al que haría carne cuando en 2018 le invitó a entrenar mano a mano en privado. Un mentor al que la estrella de los Boston Celtics rinde homenaje con un brazalete púrpura con el dorsal 24.
Tatum lo estrenó en su primer partido contra los Lakers después de la muerte de Bryant, un mes después de la tragedia, y anotó 41 puntos. Es un guiño que ahora reserva para ocasiones especiales. Visitas a los Lakers, el primer cumpleaños sin Kobe o el séptimo partido de este domingo contra los Miami Heat, donde lideró a los Celtics a sus primeras Finales de la NBA desde 2010. Aquel año perdieron… contra los Lakers de Bryant.